La mañana del domingo 23 de febrero fue el momento de la despedida y de lágrimas y juramentos de amistad eterna…
Maletas al autobús, manos que se agitaban y adiós. Hasta siempre.
Esperamos que todos se lleven un buen sabor de boca y que alguna vez cuando recuerden estos momentos pasados entre amigos una sonrisa acuda a sus labios.
También nosotros dejamos marchar a una compañera entrañable que siempre estará entre nosotros, Elizabeth. Despedimos también con un gran abrazo a Daria, profesora que acompañó a este excelente grupo de chicos y chicas.
¡Buen viaje!
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